Comienza el invierno

y una hembra de zorro culpeo recorre el bosque y los cerros en busca de su alimento. Durante el atardecer ha hecho varios intentos de cazar una presa, pero una grave lesión en una de sus patas, causada por una trampa para conejos, le impide lograrlo. Los días pasan y su condición empeora, no ha logrado cazar lo que hace que se debilite rápidamente obligándola a buscar alimento cerca de una casa de campo. La presencia de este inesperado visitante y de su grave condición no pasa desapercibida para los lugareños, por lo que deciden pedir ayuda a las autoridades quienes pronto realizarán su rescate. Se encuentra tan débil que no opone demasiada resistencia y tras ser capturada es llevada a un centro de rescate donde recibe atención médica y sus heridas son curadas. Tras un par de meses de cuidados y buena alimentación, en un entorno tranquilo y acompañado por otros ejemplares de su especie, termina su proceso de rehabilitación, por lo que está lista para regresar a su lugar de origen. Pronto llegará la primavera, época en la que buscará una pareja con la que llegará a tener hasta cinco crías…

 

Rescatar, rehabilitar y reinsertar significa dar una segunda oportunidad para que este ejemplar, que ha sido afectado por la acción del hombre, logre recuperar el lugar que le corresponde, donde esta vez acompañada por sus crías, volverá a cazar ayudando a mantener el frágil y amenazado equilibrio del ecosistema.